Consejos cotidianos para que sea más fácil mantener el peso a raya://
Qué hacer en casa y en el trabajo
Nuestra casa es un lugar donde solemos pasar mucho tiempo. Sobre todo en los momentos de relax, cuando estamos en casa solemos echar mano de cualquier cosa que tengamos en la nevera o en la despensa. Por ello debemos empezar por no tener en casa alimentos con alto contenido calórico. Tener tentempiés como pepinillos en vinagre. Infusiones, fruta… es una buena alternativa.
Lo mismo sucede en el trabajo, ya que tener en el puesto de trabajo alimentos ricos en calorías también será una tentación que mejor no tener. Por ello es bueno no acudir a las máquinas de vending, sino que servirá simplemente con provisionarnos con alimentos bajos en calorías y totalmente naturales.
El momento de la compra es crucial
Si es cuestión de provisionar, es importante también tener en cuenta el momento de comprar. Para empezar, debemos llevar siempre la lista de la compra hecha para no apartar la atención de lo planificado y necesario, evitando así las chucherías. Acudir a comprar sin hambre es otro punto a tener en cuenta, ya que si tenemos hambre tenderemos a realizar una compra más compulsiva y menos racional.
Si aun teniendo en cuenta estos puntos solemos caer en la tentación al acudir al supermercado, pues lo mejor es optar por la compra online. De este modo evitaremos tentaciones, ya que los productos en los centros físicos suelen estar colocados estratégicamente para echar mano de aquellos alimentos innecesarios que lo único que nos aportan son calorías vacías.
Consejos si comemos fuera
Si habitualmente comemos fuera y apenas tenemos fuerza de voluntad, lo mejor es equilibrar lo que pedimos. Si un segundo plato nos gusta mucho, pero es rico en calorías, lo mejor es compensar con el primero, ya que podemos decantarnos por ensalada o verduras cocidas. Lo mismo sucede con el postre. Lo mejor es preguntar directamente qué variedades de fruta tienen, para así evitar caer en la tentación de los postres dulces y calóricos. Es mejor no saber para evitar pedirlo.
Fuente: Vitónica