El yoga es una disciplina que se originó en India. Debido a su popularidad en todo el mundo, el 11 de diciembre de 2014, las Naciones Unidas proclamaron el 21 de junio como el Día Internacional del Yoga. Se trata de una disciplina que busca alcanzar el bienestar físico y mental a través una serie de posiciones y movimientos que refuerzan tanto la fuerza como la flexibilidad, además de ejercicios de respiración, meditación y concentración mental.
Yoga para casi todos
Son numerosos los estudios científicos que reportan beneficios de la práctica regular de yoga en ciertas condiciones. Es cierto que son estudios de calidad diversa, muchos de ellos sin gran valor estadístico, pero incluso seleccionando solo los más rigurosos hay evidencia suficientes para recomendar la práctica del yoga en muchas situaciones.
El yoga es una disciplina que puede practicar tanto gente sana como aquejada de diversas patologías, pero no es, en absoluto, una forma de terapia, ni su práctica por sí sola va a erradicar enfermedades físicas o mentales.
¿Contraindicado para alguien?
En principio el riesgo de enfermedades neurológicas graves y de problemas cardiovasculares no es mayor con el yoga que con otras formas de ejercicio, con la salvedad del Bikram yoga (con humedad y temperatura alta).
En principio el yoga puede ser practicado a cualquier edad y casi por cualquier persona, pero no todos los movimientos y posturas son adecuados para todos. Por ejemplo, los pacientes con problemas de disco cervical y glaucoma deberían evitar sobre todo las posturas invertidas como el arado o la vela.
En cuanto al embarazo, el yoga es considerado bastante seguro, pero lo ideal es que las embarazadas acudan a clases con variaciones en ciertas posturas y movimientos, adaptadas a su estado. Empieza a haber clases de yoga prenatal.
Si estás embarazada, tienes algún tipo de lesión o enfermedad, o acabas de ser operado, no está de más consultar antes con el médico.
10 consejos para hacer el yoga de forma segura
- Si es la primera vez que vas a hacer yoga acude a un centro donde haya profesorado formado que pueda orientarte e iniciarte en la práctica. Intentar hacerlo con un vídeo, sin nadie que te pueda corregir si no tienes la postura correcta puede exponerte a lesiones.
- Elige tu estilo. Hay diferentes estilos de yoga: unos se centran más en el aspecto físico, otros en el espiritual o psicológico, otros combinan ambos; hay clases orientadas a niños o a mayores; hay centros que tienen sesiones más lentas o más rápidas, con distintos niveles de dificultad… Ten en cuenta tus preferencias, tu tiempo disponible, tu presupuesto, tu salud y condición física. Valora también la formación del profesorado y su experiencia, las condiciones del local donde se realice.
- Avanza de forma gradual, con comodidad y seguridad. Las posturas y movimientos pueden ser incómodos, pero no deberían ser dolorosos.
- Respeta tu cuerpo, tus capacidades. No intentes hacer las posturas más difíciles el primer día. Inténtalo cuando estés seguro de que puedes hacerlas. Y mientras tanto, pregunta a tu profesor de yoga. Seguro que te puede sugerir modificaciones o variaciones a la mayoría de las posturas.
- El dolor es un aviso de que no debes forzar tanto o de que no debes seguir. Y si el dolor va a más, es momento de cesar la actividad. En ese caso consulta con tu médico, sobre todo si además de dolor, notas parestesias (hormigueo y adormecimiento) u otras alteraciones neurológicas o musculoesqueléticas.
- Mantén una correcta hidratación durante la sesión de yoga, sobre todo cuando la practiques a temperaturas elevadas. Si hace mucho calor, procura beber algo de agua antes, durante y después de la clase de yoga.
- Utiliza ropa ligera, cómoda y transpirable. Muchas personas utilizan ropa impermeable que impide la transpiración con el argumento de perder peso. El peso se pierde, pero exclusivamente de agua, con lo que el riesgo de deshidratación aumenta. Además, el cansancio llegará mucho antes. Es una práctica que se debería evitar.
- Evita comer justo antes de hacer la actividad. Si has hecho una comida copiosa, deja pasar al menos 1 o 2 horas antes de ir a la clase de yoga.
- Utiliza una esterilla adecuada. Es importante que no se deslice, para evitar caídas. Que no se hunda para facilitar las posturas de equilibrio. Y que ofrezca amortiguación en los puntos de presión mientras se hacen los apoyos en las distintas posturas.
- Practica y disfrútalo. Como con cualquier actividad física, cuanto más practiques el yoga, siempre que sea de forma segura, menor será el riesgo de lesiones o molestias.