Hacer ejercicio dentro de la jornada laboral aumenta la productividad.
Al menos ese fue el resultado obtenido por un estudio realizado en los trabajadores de una gran organización sueca de salud dental, donde los trabajadores que hicieron ejercicio durante su jornada laboral aumentaron su productividad y redujeron el número de bajas.
Los trabajadores del grupo que realizó un programa de ejercicio de dos horas y media a la semana se sentían más productivos y sufrieron menos bajas por enfermedad. Se hicieron otros dos grupos: uno que trabajó normalmente durante toda su jornada y otro que trabajó con una reducción de 2 horas y media de trabajo a la semana, pero no empleando dicha reducción para hacer ejercicio.
Al igual que en otro caso que ya comentamos en vitonica, el ejercicio físico es favorable para el trabajador y para la empresa. El trabajador, además de estar físicamente más preparado, y de evitar el sedentarismo (que es causa de tantos males) se encuentra mejor, más concentrado, más alerta, más productivo.
Es más difícil que enferme o se de de baja, lo cual es bueno para su propia salud, pero también lo es para el rendimiento en la empresa. Sería muy positivo que las empresas empezaran a asumir estos resultados para basar la productividad en aprovechar el tiempo al máximo, no estar más horas delante del ordenador, empleando un tiempo diario para que los empleados hicieran ejercicio.
Lógicamente es una medida que debe aprobar la empresa, por lo que a nadie se le ocurra ponerse a saltar a la comba o hacer fondos en su horario de trabajo. Lo que sí sería ideal es presentar proyectos basados en los estudios que ya hay, para fomentar programas de ejercicio que se incluyan dentro del horario laboral.